Schola Cantorum Basiliensis

"Entre las muchas instituciones punteras de la educación suiza, hay una que ocupa un lugar especial en el corazón de los amantes de la música. Se trata de la mítica 'Schola Cantorum' de Basilea, donde estudiantes de Europa, América Latina y Asia se forman en los misterios de la música del pasado."



'Schola Cantorum Basiliensis'

Este prestigioso centro superior de estudios musicales está especializado en la obra de los compositores anteriores a 1750.

Se la considera de forma unánime como una de las mejores escuelas del mundo, sino la mejor, dentro de su área de especialización.

En la Schola Cantorum', rama de la Academia de Música de Basilea, se investigan y recrean con rigor científico los sonidos del pasado. En particular, las músicas de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco.

Fue fundada por el mecenas y filántropo suizo Paul Sacher en 1933, quien dirigió la institución hasta 1969.

Recibe alumnos de Europa, Asia y América Latina. El costo de la educación es subvencionado en un 90% por la ciudad de Basilea.

La institución produce sus propias grabaciones discográficas y posee su sello editorial. Su biblioteca musical está considerada como la mejor de Suiza.

Músicos célebres de la 'Schola Cantorum'

Gustav Leonhardt: clavecinista y director de orquesta holandés, estudió en la 'Schola Cantorum' entre 1947 y 1950. Posiblemente, sea su ex alumno más famoso, en particular por su defensa de la obra de J. S. Bach y la interpretación musical siguiendo criterios históricos y científicos.

August Wenzinger: Violonchelista y director suizo, fue el primero en realizar grabaciones de música antigua con instrumentos originales en 1950. Grabó el primer 'Orfeo' de Claudio Monteverdi siguiendo criterios históricos.

Jordi Savall: músico catalán, director de orquesta y compositor. Alcanzó fama mundial gracias a la banda sonora de la película 'Tous les Matins du Monde' (Alain Corneau, 1991). Dirige agrupaciones como 'Hesperión XXI' o la 'Capella Reial de Catalunya'.

María Cristina Kiehr: soprano de origen argentino, estudió con René Jacobs en la 'Schola Cantorum'. Está considerada una de las mejores voces de la música antigua y graba regularmente con el sello francés Harmonia Mundi.

Hopkinson Smith: maestro de los instrumentos de cuerda pulsada originario de los Estados Unidos. Es una autoridad mundial del laúd y la vihuela española. Es actualmente catedrático de la 'Schola Cantorum'.



La Schola Cantorum Basiliensis fue fundada en 1933 en Basilea por Paul Sacher (1906-1999) como un instituto de investigación y enseñanza para la música antigua.
Después de su inicio, el chelista y gambista August Wenzinger (1905-1996) y la violinista y pedagoga musical Ina Lohr (1903-1983) ejercieron una influencia decisiva sobre la escuela. En 1954, la Schola Cantorum Basiliensis pasa a formar parte de la Academia de Música de Basilea, y en 1999, el instituto se convierte en la "Hochschule für Alte Musik" (Escuela Superior de Música Antigua).
Desde el año 2005 al 2012, la escuela fue dirigida por Regula Rapp. Desde enero de 2013 la dirige el argentino Pedro Memelsdorff.
Cuenta aproximadamente con 200 alumnos venidos de diferentes países e imparte tres cursos diferentes: Medieval/Renacimiento, Renacimiento/Barroco y Barroco/Clásico. Un periodo que cubre por tanto desde el siglo XI hasta el siglo XIX.
La enseñanza teórica se basa en el periodo del curso escogido, estudiándose entre otras materias: notación, escritura, danza, historia de la música, organología, bajo continuo, canto gregoriano, etc.
                                                              http://es.wikipedia.org/wiki/Schola_Cantorum_Basiliensis



El nuevo arte de la Música Antigua. Schola Cantorum Baseliensis



De origen argentino, Pedro Memelsdorff, ex alumno de flauta barroca en la Schola, es el nuevo director de esta entidad muy reconocida entre los melómanos.
“Por mucho tiempo la gente consideraba a la música antigua como una especialidad; en realidad, es lo opuesto. Es la habilidad de estar abierto a todos los estilos y expresiones culturales que se articulan a través de la música”.
Muchos de sus cerca de 200 alumnos provienen del exterior. Se nota con solo escuchar por los pasillos las conversaciones en una media docena de idiomas.
Para Memelsdorff, la escuela encarna el espíritu de la ciudad que la acoge, situada en las fronteras de tres países –Alemania, Francia y Suiza- y punto de impulso de numerosos movimientos artísticos.
“La escuela es como un faro. Lo que hacemos en Basilea resulta rápidamente visible y la gente pone atención en ello.
Basilea es prácticamente símbolo del tránsito internacional del nuevo arte y de lo que se hace en torno a la música ancestral.
Esta es une bella metáfora, porque miramos a la música antigua como un nuevo arte”.
Según Memelsdorff, la Schola tuvo un impulso especial desde el inicio de la crisis económica mundial actual, debido a que, lamentablemente, muchas de las mejores instituciones dedicadas a la música en otros países europeos debieron reducir o terminar con su oferta educativa, lo que ha provocado mayor demanda para las escuelas que se mantienen en pie, como es el caso de este prestigioso centro de estudios.
El resultado: “Una fila de aquí a la estación de tren” de aspirantes esperando su audición, con la esperanza de ingresar a la Schola Cantorum Basiliensis.

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